René Valdés

René Valdés

 

RESEÑA BIOGRÁFICA

René Valdés Morales (1986) nace en Talca, Chile.
Actualmente vive en Viña del Mar.
Poeta y docente académico.
Escribe sutilezas y especulaciones en su cuenta de twitter: https://twitter.com/Renealonzo
También ha escrito poemas en diversas páginas y blogs de literatura.

 

 

 

EL IDIOMA DE CÁNCER

Eres el lenguaje mismo desnudándose;
Y yo mirándote en secreto por el agujero de una hipérbole.
Me vigila una metáfora. Calladita.
Me sorprende por la espalda con su vestido rosado.

Nadie como tú sabe ser como tú;
Un plagio desmesurado al pecado original.
Qué bien te quedan las palabras;
Y los gritos y los llantos y las pausas
Y toda esa revolución de fin de semana.

Del bolsillo se me cae un verbo revelador
Suficiente para mirar por la ventana al pasado
Inútil para tocar lo que no sabemos callar
Me miro, y hay una justicia pueril
Que rodea toda mi incapaz parsimonia
Pero que alcanzó a llegar a tiempo a Valparaíso.

Nadie como tú sabe ser como tú;
Una guerra fría contra toda posibilidad de error.
No hay tregua en esta mal llamada inspiración.
Tienes la boca llena de estímulos
Yo escribo porque es mi forma de alcanzarte
Desde este lado de calle
Donde la poesía pesa más que el hambre.

No me mires tan afanosa que se te ven los adjetivos
Y no estoy calificado para tanta propaganda
Una tras una se me caen las creencias
Hay un mar lípido en tu mirada de cambio
Cierra los párpados. Nos pueden ver las niñas.
Me niegas la existencia en cada pestañeo.

Eres el lenguaje mismo desnudándose;
Y yo tengo el verso sonrojado de tanta esperanza.
Supieras cómo escribo cuando no te pienso
Ingrato de éxtasis, táctica y gramática.
Totalmente invisible a la forma en que te mueves.

Del bolsillo se me cae un verbo revelador
Lo azoto contra mi ego hasta que sangre
Yo te miro por el agujero de una hipérbole;
Esperando la impaciencia de un orgasmo
Que se desata en el algoritmo de tus causas
De tus causas perdidas. De mis causas podridas.
Yo vivo sin saber decir una palabra inteligente
Que levante tus ciudades. Porque no.
Eres el lenguaje mismo desnudándome.

 

 

INSPIRACIÓN

Oiga, señora, Ud. está sobrevalorada,
Además de producirme insomnio,
Me hace mal escritor.
Dudo de su distinción y de su importancia,
Incluso de su existencia.
Cuando pienso en Ud., no se aparece,
Y cuando me alejo, me acoge, arrepentida y fugaz.
Ayuda suya no he recibido,
Ni siquiera me dio una mano cuando era niño.
Aprendí a escribir en base a aislamiento y reflexión,
Y no a base de magia e incógnita.
La frase “no estoy inspirado”
Debería considerarse insolencia e infidelidad,
Y todo artista que la pronuncie,
Debería ser juzgado como simple e ingenuo,
Además de traidor y poco hombre.
Disculpe mi atrevimiento y mi irritación,
Pero Ud., señora, está sobrevalorada.
Yo no necesito de su socorro para escribir,
No necesito del soplo de los dioses
Para decirle a mi amada que su belleza me enmudece,
Ni siquiera necesito de las palabras.
Disculpe mi inoportuna insistencia, señora,
Pero Ud. está sobrevalorada.

 

 

SONETO AL LECTOR

Lector, ¿usted nos lee o nos escribe?
Porque nunca soy el mismo escribiendo
Esto se trata de ganar perdiendo:
Yo apunto un verso, usted lo reescribe.

Cuando la inspiración yace en sigilo
Se levanta un soliloquio inocente
Y yo queriendo sonar atrayente
Borro más letras de las que perfilo.

Yo viviré como el mejor lector
Usted goce como el mejor poeta
El arte solo se trata de amor.

Si la musa no me mal interpreta
Mis fórmulas se las debo al sudor
Sin lector, esta letra está incompleta.

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