BLANCA BASABE

La fabulación de las sombras

 

Comentarios

Antonio Luis Cosano sobre la personalidad y la obra de Blanca Basabe.

Autobiografía

Blanca Basabe reflexiona sobre sí misma y su pintura.

Paleta

Blanca presenta su papel y paleta de colores habitual.

Acuarelas

Algunas muestras seleccionadas de acuarelas de Blanca Basabe.

COMENTARIOS

Antonio Luis Cosano

Todos nos hemos sentido alguna vez cegados por la luz cuando un radiante día de verano hemos tenido que fijar la vista en alguna superficie luminosa, obligando a que nuestra pupila se reduzca a su más mínima expresión. De repente, cambiamos de escenario y pasamos a resguardo de una habitación en penumbra y nuestros ojos, en un prodigio evolutivo van percibiendo informes sombras oscuras que por arte de magia empiezan a esbozar formas y cobrar sentido, pasando de una suposición deformada a una realidad reconocible.

FORMAS LIBRES DEL DIBUJO

 

Esa misma percepción es la que envuelve en cierta manera la acuarela que nos propone Blanca Basabe. Las formas corren libres y sin ataduras de las líneas del dibujo delimitador que intenta encerrarlas, para vagar libres en comunión con el pigmento y el agua buscando unas sombras vivas y cargadas de sentido. Esas sombras poco a poco se asientan en nuestra retina tal como si pasáramos rápidamente de la claridad aturdidora de la luz del mediodía a la hechizada penumbra que nos envuelve en su entorno cargado de misterio.

SENSACIONES TODOTERRENO

 

Como pintora encontramos en Blanca a una acuarelista “todoterreno”. Hace gala de una valentía increíble al enfrentarse con el tema escogido, ya sea un tema urbano en Andalucía sobrepasando los cuarenta grados que afrontando un paisaje en el Pirineo a bajo cero, o por el contrario campear un temporal del Cantábrico mientras realiza una marina. Esta valentía es consecuencia natural de su amor por el trabajo del natural y en contacto físico con el tema al que se enfrenta, pues es una pintora que prefiere plasmar las sensaciones que percibe sobre el terreno a los detalles que lo adornan privándonos de esa esencialidad que Blanca trasmite en sus acuarelas.

 

FABULADORA DE SOMBRAS

 

Su colorido quebrado y lleno de matices que enriquecen las sombras, sus temas cargados de sensaciones vividas, y la capacidad de trasmitir un estado de ánimo, nos deja claro que Blanca Basabe es una extraordinaria fabuladora de las sombras.

 

AUTOBIOGRAFÍA

Blanca Basabe

En mi época de estudiante, siempre los profesores de dibujo me han regañado, e incluso suspendido, por mi tendencia natural a comenzar con manchas (carboncillo, grafito, etc.,) y, sobre ellas, concretar el tema acentuando las valoraciones para lograr el volumen. Obligaban a hacerlo linealmente (aunque fuera una atmósfera), y el resultado… creedme; totalmente inútil para el dibujo, y por supuesto para la pintura. “¡Déjalo Blanca, y olvídate!

Mucho más tarde, volví a retomarlo cuando, en un taller de tiempo libre, tuve que dibujar una jarra del natural. Allí hablaron de líneas de encaje, de perspectiva, de valoración de luz y sombra. En definitiva, de «manchas degradadas» sobre unos ejes de perspectiva.
¡EUREKA!, se me abrieron todas las puertas. Si he sido capaz de hacer una jarra, soy capaz de hacerlo todo. La emoción, el impulso, el sentimiento lo tenía, solo faltaba trabajo, trabajo y trabajo. Y así comenzó todo.

Siete años de dibujo académico en el Museo de Reproducciones de Bilbao, e iniciación en la pintura. Todas las semanas salidas al campo a «aprender a ver» y pintar de manera totalmente impresionista.

Blanca Basabe
Blanca Basabe

Siempre me han atraído dos acuarelas hechas por mi padre (era pintor aficionado), y que toda la vida había visto en casa, más que el resto de las técnicas pictóricas que por allí había. Eran distintas, frescas, luminosas, (la luz les brotaba desde dentro) y, con una fuerza expresiva que me conmovía de manera diferente, cada vez que las miraba.

Cuando comencé a conocer las distintas técnicas de pintura, ninguna me emocionaba tanto como la acuarela; ¡está viva!. Era apasionante, un cortejo, un dominar y a la vez dejar que te domine para envolverte en emociones inesperadas. ¡No hay nada igual!

Cuando pinto, es siempre por sensaciones. No le doy importancia a los detalles, a las formas, es un todo lo que me produce una enorme emoción, y esa explosión de sentimientos, esa fuerza, es lo que intento plasmar.

Mi acuarela es rápida, momentánea, ese instante pasa y ya no queda nada, por lo que la tengo que hacer volcándome en ella, sin dejar que esa tensión expresiva escape. Es una locura, lo sé, pero… ¡bendita locura!

Pinto en húmedo, a «la prima», con mucha carga de pigmento y mucho agua, procurando que el fundido se haga en el papel, tocando lo menos posible, en total libertad, dejándome sorprender muchas veces, aunque controlando, ya que es fácil dejarse llevar y organizar un caos.

Donde más disfruto pintando es al natural. Siempre es distinto, te hablan la tierra y sus pueblos, los árboles y sus duendes, los ríos y sus susurros, ¡es la vida! Es lo que me hace vibrar, y eso es lo que necesito para pintar.

Blanca Basabe
Blanca Basabe

Por mi manera de ser y por mi sentimiento con la acuarela, no puedo pintar de fotografía; me parece estática e inerte y «no me transmite nada». Por eso, suelo preparar pequeños dibujos a grafito, para luego en el estudio, interpretarlos y jugar con ellos libremente. También suelo partir de manchas aleatorias, para luego estructurarlas partiendo de las sugerencias.

No soy ortodoxa con las técnicas. Huyo del aburrimiento de hacer algo metódica y maquinalmente. Por eso, en el estudio suelo investigar preparando los papeles con diferentes texturas (como preparo los lienzos para óleo), incluso, combinando acuarelas mixtas con puras. ¡Me encanta buscar nuevas formas de expresión!, y donde más disfruto es en el formato grande. Allí tengo espacio para soltarme, y a veces, sorprenderme de algo que no esperaba.

Mi paleta es quebrada. De siempre, me han atraído los claroscuros, mucho más que las pinturas luminosas. Esas sombras… me hacen imaginar cosas, no me las muestran, pero están ahí. ¿Dónde terminan?, nunca se sabe, al contrario que la luz, que resulta tan evidente, tan limpia, no te esconde nada, no puedes engañar con ella, es tu guía, la que te lleva por sitios concretos. Pero no existiría la una sin la otra.

En mi tierra, el País Vasco, no hay esa luz tan violenta que hay en otras regiones, por eso los contornos se difuminan en el ambiente; no hay contrastes tan definidos, ¡no necesito tanta luz!, pero son tierras fuertes, duras, lo mismo que sus gentes. Miro hacia atrás, pienso y siento esa historia plagada de duro trabajo, de minas, de fábricas, de una mar embravecida y sus hombres curtidos peleando con ella, y en una tierra montañosa con bosques mágicos y mitología ancestral todavía latente.
Por eso, mi manera de pintar refleja lo que soy, y para expresarlo, intentando soslayar los múltiples obstáculos… voy detrás de una utopía…

Blanca Basabe

MI PALETA

PAPEL

 

Generalmente trabajo sobre papel de 300 grs. grano fino, aunque también suelo cambiar para conocer otras opciones, ya que cada uno tiene características diferentes y quiero sentir sus reacciones con mi manera de tratarlos.
Los más utilizados son: ARCHES, SAUNDERS, FABRIANO, LANA.

PIGMENTOS Y COLORES

 

En pigmentos trabajo con WINSOR & NEWTON en tubo, y algún REMBRANDT. Los colores que nunca faltan son:

Ocre amarillo
Siena natural
Siena tostada
Sombra natural
Sombra tostada
Pardo van Dykc
Marron Peryleno
Carmín de alizarina permanente
Rojo cadmio
Azul ultramar oscuro
Azul cobalto
Azul índigo
Gris Payne
Verde vejiga permanente
Verde oliva
Verde dorado
Negro marfil

Pinceles y paletinas SCODA. Cañas y espátula.

DEMOSTRACIÓN POPULAR

Acuarelas.

Veintiuna muestras.

Antonio Luis Cosano

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Soy Antonio Luis Cosano, director de acuarela de La Torre de Montaigne.

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