La nobleza de las encinas
Antonio Luis Cosano
Hace ya bastantes años que conocí a Nemesio Rubio.
Ambos en cierta manera empezábamos el dialogo íntimo con la acuarela, con la que cada vez nos sentíamos más identificados. No sé los motivos que nos llevaron por ese camino, quizás la versatilidad del medio, tal vez la pureza e inmediatez del color o acaso la limpieza del color disuelto en agua.
Desde entonces, tanto él como yo, no hemos podido desprendernos de una técnica que es capaz de ganarse al artista que la practica sin ideas preconcebidas.
Más tarde Nemesio siguió su camino hacia temáticas que una y otra vez vuelven cíclicamente a su papel, como un reencuentro periódico con su medio físico, su paisaje y sus raíces. Constantemente aparece el valle que le rodea, las dehesas, los amaneceres mágicos de Los Pedroches y siempre, siempre: las encinas.
La encina encarna una nobleza sobria, serena y altiva, generadora de la riqueza de unos valles que reverdecen gracias a ellas y sus nobles frutos. La encina solitaria en contraluz, barrida por la luz lateral que apenas asoma al amanecer o, por el contrario agrupada junto a otras. Esta nobleza reviste la acuarela vívida que Nemesio practica y que quizás le es más familiar.
Como paréntesis en su obra más cercana, también se abren paso temas en los que el autor nos demuestra su maestría y capacidad de síntesis. Sus escenas urbanas, paisajes y temas en los que aparece la figura vienen a refrendar la ya referida destreza para el medio con una capacidad cromática ciertamente impactante.
La nobleza de las encinas y la verdad de su paisaje se reflejan en acuarelas que son luminosas instantáneas impresionistas que alumbra en su callado y sosegado entorno un pintor que es también noble.
Autobiografía
Nemesio Rubio
Nací en el Viso, municipio de Los Pedroches, al norte de la provincia de Córdoba, en 1955.
Desde muy pequeño me interesé por el dibujo y por la expresión plástica. Y aunque en mi época de escolar aún no existía lo que hoy llaman Educación Artística, recuerdo que por mis primeros cuadernos de dibujo desfilaban personajes sacados de las portadas de los tebeos de la época: el Capitán Trueno, el Jabato, El guerrero del antifaz, el Pequeño luchador.
En el internado, prefería el rincón de la plástica al patio de recreo, y ya en los últimos años de bachillerato me encargaba de la ejecución de los decorados de las obras de teatro que se ponían en escena en el Colegio.
Esta afición me llevó en mi pueblo a trabajar en la creación de carteles y escenografía en toda clase de eventos locales durante muchos años: Teatro, Festival Flamenco, Auto Sacramental, Cabalgata.
Estudié magisterio en Córdoba y trabajé de maestro en El Viso, Fuente la Lancha y Villaralto, en el que he ejercido ininterrumpidamente mi profesión durante los últimos 34 años. En todo este tiempo el dibujo ha sido mi herramienta más utilizada en la práctica docente.
En los últimos doce años el tiempo disponible fuera de la enseñanza lo he dedicado casi íntegramente a una de mis grandes pasiones, la acuarela. No ha pasado un solo día en el que no haya tenido contacto con la misma.
De formación artística soy autodidacta, habiéndome nutrido de las enseñanzas de algunos maestros del oficio y de los muchos encuentros acuarelistas compartidos con otros colegas afectados de la misma locura, así como de la observación y el estudio de los grandes del medio.
Aunque no tengo reparos en probar otras temáticas, suelo volver de manera cíclica al paisaje y a mis raíces, a mi tierra de encinas y dehesas que es dónde me encuentro como “pez en el agua”.
Actualmente disfruto de mi recién estrenada jubilación pintando, compartiendo mis conocimientos con otros aficionados, leyendo, cultivando el huerto y andando, que me han dicho que es muy bueno para el corazón.
¡Ah! Y de vez en cuando colaboro con una viñeta de humor y sátira en el diario Córdoba.
Mi paleta
Nemesio Rubio
Prefiero una paleta reducida aunque con frecuencia me gusta probar con nuevos colores y nuevas posibilidades. Lo mismo me ocurre con el papel: uso el mismo habitualmente pero me encanta experimentar con todo el que cae en mis manos.
Más usados
Azul ultramar, Azul cobalto
Siena tostado, Siena natural
Sombra natural, Rojo escarlata
Pardo de granza, Amarillo cadmio
Amarillo limón
Menos usados
Rojo inglés
Violeta cobalto
Tinta neutra
Tierra verde
Turquesa cobalto
Inspiración
Lola Caballero
Inspiración
Cuando soy oscuridad y estoy en la penumbra,
miro tus acuarelas y me devuelves la Luz que he perdido.
Soy Trasparencia en ti.
Luminosidad en ti.
Instantes preservados: una brizna de eternidad,
paisajes entre encinares de atardeceres y lluvias
un relámpago de nacimiento,
en la Dehesa del Valle de las Piedras.
Testigos de trazos casi ilimitados,
en acuarelas de oro y grana, de verdes y amarillos…
múltiples colores en ritmos suaves, fluidos.
Imágenes surgidas en manos de hombre
que conjuga los elementos en su naturaleza original.
Me has indicado el Camino del poeta de Moguer
“No corras, ve despacio
que donde tienes que llegar
es a ti mismo “
Noche de verano. La música es protagonista.
El Muro de Pink Floyd se ha derribado.
Nemesio saluda a los músicos, siento un destello:
sus pasos quitan de en medio lo superfluo,
me muestra lo Esencial.
Mi retina como un caleidoscopio de las apariencias,
reconoce lo Sencillo.
Lola Caballero
Entrevista a Nemesio Rubio en video
Televisión local Córdoba
Obra
Nemesio Rubio
Acuarelas.
Veintidós muestras.