Logotipo de Marvel cómics

Logotipo de Marvel cómics

 

¿Y si junto al pupitre de tu hija o hijo hay un niño capaz de incendiar todo el aula con el simple pestañeo de sus ojos? ¿y si tu pareja pudiera leerte el pensamiento? ¿o tu jefe ver a través de las paredes? Serían personas diferentes, serían mutantes. ¿Cómo te sentirías? Pensarás que es imposible que existan. ¡No en el universo de Marvel!, al que debemos la existencia de toda una serie de historias y personajes durante más de siete décadas enmarcados dentro del denominado universo mutante.

Te sonarán los nombres: Patrulla X, X-Men, X-Factor, X-Force, Generación-X… todo lo que lleva una X hace referencia a los mutantes (o casi todo, si son más de una puede que encuentres otro tipo de contenido muy diferente). Los mutantes son personas con un gen X que los dota de poderes increíbles, más allá del entendimiento. Mutantes. Los héroes más temidos y odiados por la humanidad ¿los odiarías tú? Es más, ¿existen realmente los mutantes? Para contestar estas y otras cuestiones, debemos remontarnos a la historia, del cómic, claro (¡cuánto puede enseñarnos el pasado!). Bienvenidos al universo mutante.
 

Primer número de Marvel cómics

Primer número de Marvel cómics

 
El big bang primigenio.
Todo comenzó allá por el año 39, con el nacimiento de la editorial Timely Publication de la mano del joven empresario Martin Goodman, editorial que no tardaría en convertirse en la archiconocida Marvel Comics (oh grandiosa creadora de los universos donde los sueños nacen). Los comienzos fueron discretos, en un principio Goodman contrató los servicios de Funnies Inc. Un taller de escritores y dibujantes especializados en cómics del cual obtuvo los recursos necesarios para publicar un primer número bajo el nombre de Marvel Cómics, en el que se presentaban las aventuras de La Antorcha Humana, Ángel y Namor. Estos dos últimos fueron los primeros mutantes de Marvel (¡aún sin saberlo!). De hecho a lo largo de las décadas el pesonaje de Namor, rey de los siete mares, también conocido como el hombre submarino o el antihéroe por su arisca personalidad, adquiriría un protagonismo tal que acabaría siendo considerado uno de los mutantes más poderosos sobre la tierra, llegando a unirse con Los Vengadores (¡los héroes mimados de Marvel! También conocidos como “los héroes más grandes sobre la tierra”).

Vamos a ver lo que se vende.
Cuando las ventas mejoraron, Goodman decidió invertir en su propia plantilla trayendo a algunos de los escritores y dibujantes que ya había utilizado de Funnies Inc. Entre estos primeros marvelitas se encontraban Joe Simon (creador del Capitán América junto a Jack Kirby) y un chico emparentado con el propio Goodman, un tal Stanley Lieber. Un momento. Stop ¿un tal Stanley Lieber? Quizás lo conozcas mejor por su pseudónimo Stan Lee ¡Oh, amo y señor del universo Marvel! Cocreador de incontables personajes como Spiderman, Los 4 Fantásticos, Iron Man, Thor, Hulk, Los Vengadores o nuestros queridos mutantes, los X-Men, entre otros.
En esta primera etapa entre los ’40 y los ’50, que podríamos denominar “Vamos a ver qué es lo que vende”, se le dio prioridad a los superhéroes, que estaban de moda en todas partes. Pero más destacable que los superhéroes son sus primeros villanos, definitivamente marcados por el contexto social de la época. Los primeros superhéroes de Marvel luchaban contra nazis (y si no que se lo digan al Capitán América en cuya primera portada aparecía abofeteando a Hitler). Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial el abanico de enemigos se extendió a los japoneses e incluso italianos (¿eres fascista? Eres nuestro villano favorito). Los héroes dejaron de molar, y las ventas se las llevaban los cómics de humor y romance adolescente. A pesar de los laboriosos intentos de Stan Lee, ya como editor líder tras acabar la guerra, por mantener a los superhéroes en un primer plano. Sobre todo con la proliferación de personajes femeninos. En un intento quizás de llevar la delantera a las luchas feministas que empezaban a resaltar en esta época. Propiciado por la incorporación de la mujer al trabajo cuando sus maridos fueron llamados a las armas y el recientemente adquirido sufragio femenino. Ahora la mujer también podía salvar el mundo ¡bienvenidas heroínas!
 

¡Hay un tío con mallas en mi sopa!

¡Hay un tío con mallas en mi sopa!

 
¡Hay un tío con mallas en mi sopa!
Pero ni en esas Stan Lee tuvo éxito con sus superhéroes. Y menos aún cuando a mediados de los ’50 salió a la luz el ensayo La seducción de los inocentes, donde se recogía cómo los cómics pervertían las jóvenes mentes y alimentaban la delincuencia juvenil (¿os suena de algo? Sería el mismo que intentó demonizar los dibujos animados, los videojuegos y hasta la música). Fue un duro golpe para la industria del cómic. Las asociaciones de padres y madres se volcaron con el escrito creyendo haber encontrado al mismísimo demonio entre las coloridas viñetas de los cómics. Pero algo cambió al ritmo de las flores y la buena onda de los sesenta. Llegaron Los 4 Fantásticos, unos superhéroes con toque humano que los acercaba a la gente de a pie. La familia más querida de Marvel conquistó corazones, abriendo de nuevo las puertas a los superhéroes Marvel (esta vez tratando de hacer más real lo surrealista, más humano lo sobrehumano). Tras ellos llegarían Ant Man, Hulk, Spider-man, Thor, Iron Man, Avispa y Doctor Extraño. Por lo que a esta década podríamos llamarla “¡Hay un tío con mallas en mi sopa!”.

La aparición de los mutantes.
Claro que en lo que nos atañe tenemos la obligación divina de llamarla “¡Ya llegan los mutantes!”, pues nace en 1963 los X-Men, en España traducidos como La Patrulla-X y Hombres X en Latinoamérica (a priori solo era una traducción lingüística pero con el paso de los años y el crecimiento de series mutantes ambos nombres serían utilizados en España, ya llegaremos a eso). Aquí termina nuestro paseo por Marvel para viajar ahora a las estrellas, a todo un universo que ha ido creciendo con el paso de los años, hacia El Universo Mutante.

La Patrulla-X (tal como la conocimos aquí) fue creada por Stan Lee y Jack Kirby. Cómic centrado en un grupo de personas que han evolucionado más allá del homo-sapiens, capaces de poseer grandes poderes, a las que despectivamente se les llama mutantes. Esta primera formación estaba compuesta por Cíclope (rayos ópticos, que no láseres), Ángel (vuelo, alas de ángel, un rubio millonario), Bestia (fuerza, rapidez e inteligencia aumentadas; todavía un hombre hecho y derecho), Hombre de Hielo (sobran las palabras, control del hielo y el frío) y Jean Grey (por este entonces una mojigata telequinética y telépata a ratos). Todos ellos estaban liderados por el Profesor Xavier, el mayor telépata del mundo. Un valiente que no usa peluquín luciendo una de las calvas más famosas del universo Marvel.
 

Malcom-X

Malcom-X, inspirador del sueño de Xavier y de La Patrulla X

 
Los primeros arcos argumentales se centran en el sueño de Xavier: sortear el odio y el miedo que infunden los mutantes y conseguir una convivencia pacífica con los humanos. Un sueño más real que ficticio, pues fue robado de la más triste realidad. Tanto el sueño de Xavier como la X de su nombre fueron un homenaje a Malcom X, cuya lucha se centraba en los temidos y odiados afroamericanos de la época. No es de extrañar pues, que los mutantes se convirtieran pronto en los héroes idolatrados por las minorías más excluidas de la sociedad.

Como todo héroe que se precie, Xavier y su Patrulla-X tenían un poderoso archienemigo, Magneto, amo del magnetismo. No, no era un imán. Era un terrorista para muchos, un revolucionario para unos pocos. Luchaba por los derechos de los mutantes, aunque obsesionado por la supremacía de sus congéneres. Xavier y Magneto compartían las mismas ansias por cambiar el mundo, aunque fuera por caminos distintos. Pese a sus implicaciones sociales y la aparente correlación de los héroes con el contexto social de la época, los mutantes no causaron sensación. Y la serie fue cancelada a principios de los ’70.
 

X-Men. Portada

X-Men. Primeras portadas

 
El renacimiento del universo.
El luto mutante no duró mucho. En 1975 Len Wein y Chris Claremont relanzaron el universo mutante con una nueva formación más adulta y multicultural compuesta por el ruso Peter Rasputín (Coloso), la keniata Ororo Munroe (Tormenta), el aparentemente canadiense Logan (Lobezno), el alemán Kurt Wagner (Rondador Nocturno), el irlandés Sean Cassidy (Banshee), el japonés Shiro Yoshida (Fuego Solar) y el indio americano John Proudstar (Ave de Trueno). Todo un anuncio de Benetton, un intento de internacionalizar a sus héroes y conquistar a un público mayor. Y una forma quizás de reconciliar las naciones que tanto habían gustado de convertir en villanas como los alemanes y japoneses durante la segunda guerra mundial o los rusos durante la guerra fría.

Desde su nacimiento hasta finales de los ochenta podríamos considerar la etapa ‘Ha nacido un universo’. Una labor que agradecer a muchas manos: Chris Claremont, John Byrne, Scott Edelman, Mary Jo Duffy, George Pérez, John Romita Jr., Brent Anderson, John Buscema y Dave Cockrum, entre otros muchos. Trajeron nuevos mutantes, nuevos planetas, nuevos enemigos, y un nuevo estadio no visto antes en este tipo de cómics: los héroes pueden morir. La humanización de los personajes y su marcada caracterización fueron puntos fuertes en este relanzamiento. Así teníamos a una africana pacifista en sintonía con la naturaleza junto a un agente secreto sanguinario; un creyente alemán azul junto a un obrero ruso o una brillante adolescente junto a una desquiciada villana redimida. La variedad de personajes y la ampliación del universo mutante tiene como fruto algunos de los arcos argumentales más memorables como la saga de Fénix Oscura, Días de un futuro pasado (ambas sirvieron de inspiración para sus respectivas versiones cinematográficas), La masacre mutante o La caída de los Mutantes, (el broche final con el que la serie volvería a reconvertirse a finales de los ochenta).

Pese al odio y el miedo que inspiran a la humanidad, los mutantes salvan el día una y otra vez sin ningún tipo de reconocimiento. Y poco a poco el sempiterno archienemigo Magneto empieza a transformarse en un buen aliado. Magneto cargaba a sus espaldas los horrores del holocausto judío, el asesinato de su familia y el rechazo social por ser mutante. No era de extrañar que se preguntase si la humanidad merecía ser salvada, o mejor ¿de qué? El eterno debate entre Xavier y Magneto, y sus respectivos grupos, asciende un escalón ¿Merece la humanidad ser salvada? ¿No se destruye a sí misma con sus guerras, sus odios y sus miedos? Cada cual que sacase sus propias conclusiones. Y una cuestión más apremiante ¿qué significa ser humano exactamente?

Otros mutantes carismáticos aparecen en este periodo: Kitty Pryde (Gatasombra), Pícara, Dazzler, Mariposa Mental, Rachel Grey; como vemos, otro intento de traer a la mujer a unas páginas generalmente pobladas de testosterona y músculos a mansalva. Eso en el equipo de los mayores. Pues el éxito de la serie dio fruto a otras como Nuevos Mutantes, Alpha Flight o Generación-X. Eso sin contar los spin-off e incontables miniseries sacadas para explotar la gallina de los huevos de oro. Entre ellas no podía faltar una serie exclusiva para Lobezno, el antihéroe definitivo que trajo la muerte al universo mutante. De todos es sabido que la Patrulla-X no mata (al menos no en este periodo).

Aforo limitado.
Con el universo mutante engendrando más y más vida se alcanzaron los ’90, o la etapa ‘Aforo limitado’. Tantos mutantes había, que La Patrulla-X tuvo una hermana gemela llamada simplemente X-Men para poder repartir a todos los mutantes en dos series que además entrelazaban personajes y arcos argumentales. Una estrategia brillante. Ahora en vez de uno tenías que comprar dos cómics para seguir el hilo de sus hazañas. Esta década viene marcada por el sacrificio de los mutantes. Aparentemente se sacrifican para salvar el mundo y así son recordados como héroes por la humanidad. Pero sólo es una estrategia para poder lavar la cara a los mutantes y poder trabajar desde la clandestinidad y el anonimato (en un intento desesperado por ser más eficientes destruyendo a sus enemigos).
 

Personajes femeninos de X-Men

Los personajes femeninos de X-Men.

 
¡Y yo que creía que los X-Men no mataban! Pero tiempos nuevos, reglas nuevas. Si algo caracterizaba a estas series eran sus múltiples intentos de ser transgresores. Tenían una líder negra y mujer que además durante gran parte de los ochenta ni siquiera tenía poderes. Tenían a Estrella del Norte, un mutante superrápido y gay, aunque les costó lo suyo sacarlo del armario hasta 1992. Y no sería hasta 2002 que se celebrase la boda mutante más mediática, la suya con su novio (coincidiendo casualmente con el apoyo de Barack Obama a los matrimonios homosexuales. ¿Oportunismo?). Sus mujeres eran fuertes, valientes y poderosas, además de exuberantes, claro. Si no que se lo digan a la reina blanca, Emma Frost. Personaje villánico allende los setenta reconvertida a mujer-X indispensable en la actualidad. Sea como sea, Marvel siempre ha puesto a la mujer a la cabeza (aunque lo que más vendan sean sus cuerpos, valga la ironía).

Colega, dónde está mi cómic.
Entre los ochenta y noventa también está la etapa “Colega, dónde está mi cómic”. Los títulos de las series mutantes parecían mutar constantemente (perdonad la redundancia, me pirran los juegos de palabras). Baste decir que en todo este tiempo han nacido y han muerto tantas series relacionadas con el universo mutante que hay que andarse con mucho ojo a la hora de elegir por dónde empezar. Por ejemplo, los miembros originales de La Patrulla-X (sí, los de los sesenta que habían fracasado) tuvieron su segunda oportunidad con X-Factor. Pero tras el mega crossover de Inferno volvieron al Instituto Xavier con el nacimiento de X-Men a secas, la hermana gemela de La Patrulla-X. Otros títulos como Factor-X, X-Force, Nuevos Mutantes y Excalibur se irían repartiendo diferentes personajes sin ton ni son hasta el punto de no saber qué serie era la que te gustaba ni por qué. Algo muy arraigado en la Casa de las Ideas (¿no había dicho que así se conoce a Marvel?)

Así que con la llegada del nuevo milenio, las series volvieron a remezclarse. Los X-Men se convirtieron en los New X-Men de Grant Morrison en una etapa cargada de cambios (algunos sentaron precedentes para historias que aún hoy siguen sorprendiendo). Morrison nos trajo a la villana Emma Frost al frente del Instituto Xavier junto a Cíclope; nos presentó a la gemela maligna de Xavier; al revolucionario Quentin Quire junto a cientos de nuevos mutantes adolescentes; y mató a Jean Grey (otra vez). Después de un tiempo la serie volvió a llamarse X-Men a secas. Incluso pudimos disfrutar el regreso de Chris Claremont con su Extreme X-Men.

Los alumnos del Instituto para Jóvenes Talentos están ya muy quemados a la llegada del nuevo milenio. Viven recluidos entre los muros de Xavier, apartados de la sociedad, marginados. Fomentando la segregación mientras blanden la bandera de la integración. ¿no es paradójico? Eso no pasaría en la vida real (léase la ironía). Viven ajenos al mundo mientras lo salvan cada día de una nueva amenaza. No es de extrañar que los más jóvenes sigan a un falso Magneto en la revolución del homo superior, clamando por su lugar en el mundo (uno que les pertenece, evolutivamente hablando).
 

Morlocks de Marvel

Los Morlocks de Marvel

 
La diezma.
Hasta ahora los mutantes parecían destinados a la marginación y la discriminación eterna. Si no que se lo digan a los morlocks, mutantes deformes y terribles que viven condenados al olvido en las alcantarillas bajo Manhattan (todo un guiño a H.G. Wells). Pero Morrison hizo proliferar a los jóvenes mutantes, llenando el Instituto hasta los topes y blandiendo la supremacía mutante, ya no solo por su poder sino por su número en alza. Algo que Marvel no tardó en zanjar con Dinastía de M, el primer crossover que abarca tanto a mutantes como a Los Vengadores. No más mutantes, con tres palabras los mutantes regresaron a su estado de minoría o Especie en peligro, un sobretítulo a través del cuál se explicaba el nuevo estatus de los mutantes. De la noche a la mañana habían dejado de ser millones para ser apenas doscientos mutantes en todo el mundo ¡la especie estaba condenada! Dando lugar así a títulos bajo el sobrenombre de Especie en Extinción o Diezmados.
 

Civil War, de Marvel

Civil War, de Marvel

 
La guerra civil.
No contentos con la diezma que devolvía a los mutantes a una posición un tanto incómoda con respecto al mundo, Marvel tenía pensados algunos cambios más. Recordad que los mutantes se creían dueños del mundo, la humanidad u homo sapiens se consideraba la especie en extinción y no ellos. Tras los acontecimientos del denominado Día M en el que los mutantes volvieron a ser un puñado de incomprendidos, llegó el mega crossover Civil War donde todos los héroes y las heroínas de Marvel se dividían en bandos a causa de un accidente mutante. Un tipo desgraciado con el poder de explotar como una bomba atómica estalló junto a un colegio matando a cientos de niños. Los mutantes se convirtieron en el centro de una disputa y un debate nacional: libertad civil o seguridad ciudadana ¿de qué lado estás tú? (ese era su lema, Whose side are you on?)

Pese a que los mutantes propiciaron esta guerra interna entre los héroes más poderosos de la tierra, ellos vivían su particular pesadilla recuperándose de las consecuencias del Día M. Por cierto, Civil War les sirvió para estrenar algunas nuevas series ahora que cada grupo conocido hasta el momento se había resquebrajado por las diferencias políticas. Estrategias, estrategias.
 

Vengadores vs. X-Men

Portada de Los Vengadores contra los X-Men

 
Eres mala, Marvel, muy mala.
Y llegamos prácticamente a la actualidad, una etapa que podríamos denominar “Eres mala, Marvel, muy mala”. De las dos principales series de los noventa (más alguna esporádica como Extreme X-Men) y la serie de Lobezno, pasamos a tener cuatro series principales: Patrulla-X, X-Men Legado, X-Men, Astonishing X-Men y el eterno Lobezno (eso sin contar las series “paralelas” de la línea Ultimate; o cómo son los personajes Marvel en otras realidades paralelas donde los hechos se desarrollan de forma completamente distinta a la auténtica ‘realidad’ Marvel). Pero la cosa no queda ahí, porque hay dos crossovers más que vuelven a alterar el orden natural de las cosas en el universo mutante. Complejo de Mesías y Vengadores Vs Patrulla-X cuentan, respectivamente, la aparición del primer bebé mutante tras el Día M y el enfrentamiento entre los héroes más poderosos de la tierra contra los mutantes por la aparición de La fuerza Fénix, con la consecuente muerte del Profesor Xavier a manos de su primer discípulo, Cíclope.
 

La canción de Fénix

Portada de La canción de Fénix.

 
Cuando Marvel quiere poner a los mutantes en verdaderos aprietos siempre utiliza a Fénix, una fuerza cósmica que a grandes rasgos amenaza con destruir el universo poseyendo a algún mutante poderoso, especialmente a Jean Grey. En este caso, el enfrentamiento no solo convierte a los mutantes en enemigos número uno, fugitivos una vez más, sino que causa una ruptura interna en lo que la editorial llamó El Cisma. Esta cuenta las disputas internas entre los X-Men por el liderazgo de Cíclope y la aparente militarización de los mutantes. Lobezno aboga por proteger a los más jóvenes dándoles la oportunidad de ser adolescentes normales, mientras que Cíclope cree que toda ayuda es necesaria en la guerra contra la humanidad. Para más inri, el grupo de Cíclope está formado en su mayoría por ex-villanos y gente de carácter fuerte, por así decirlo. Mientras que Lobezno se lleva a los X-Men de toda la vida para reabrir un Instituto nuevo en un intento de regresar a los orígenes. Creando así Lobezno y la Patrulla-X por un lado y La imposible Patrulla-X por otro, bajo el lema ‘¿A quién seguirás?’
 

Portada de Cisma

Portada de Cisma

 
¿Habíamos dicho que a la Casa de las Ideas le gusta explotar sus tesoros? Pues a estas dos series principales se les une La Nueva Patrulla-X con los X-Men originales de los sesenta traídos al presente (en un alarde de rizar el rizo). Y la cosa no queda ahí, seguimos con los Astonishing X-Men desarrollando historias de gran envergadura, los X-men a secas por otro lado y hasta una con Los vengadores, Imposibles Vengadores. Seis series mensuales, nada más y nada menos ¿se entiende ahora por qué lo llaman universo mutante? Parece que las páginas no dan abasto para contar sus historias.

Estos son los mutantes. Perseguidos, odiados y masacrados a lo largo de más de setenta años. Diezmados y arrinconados, convertidos en un torpe animal que trata de sobrevivir con dientes y garras a todo lo que le echen. Sin saber su lugar en el mundo, sin entender por qué incluso hoy día siguen siendo temidos y odiados, solo por haber nacido diferentes. En la realidad, es imposible que existan estos mutantes, pero claramente existen mutantes en este mundo. Personas que son perseguidas, asesinadas, atormentadas, juzgadas y marginadas. Por su credo, por su color, por su religión, por su nacionalidad, por sus declinaciones sexuales… un sinfín de razones para convertir a un humano en algo menos que humano, un mutante.
 

No más mutantes

No más mutantes.

 
Seguramente no habrá niños incendiarios en los pupitres, ni parejas lee mentes ni jefes que puedan ver a través de las paredes. Lo peor es que seguramente sean igualmente rechazados por cualquier otro motivo. Puede que los cómics alberguen tristes verdades entre sus viñetas, y que de una forma inocente y colateral traten de decirnos algo. Puede que Xavier haya muerto, pero no su sueño. El universo mutante lo lleva gritando por más de setenta años, este mundo necesita más héroes que crean en un sueño, y que luchen por él. Necesita no más mutantes.

 

Omar Quesada Pérez
Periodista.

Pin It on Pinterest

Share This